martes, 9 de diciembre de 2008

El Porvenir


El pasado sábado nos reunimos un grupo de actores y directores con los que compartí cinco meses de grabación de una serie. El trabajo en televisión es siempre intenso, duro y al límite. Se me antojó, por un momento, que los actores se agruparían de acuerdo a las tramas. En aquellos sillones de cuero negro se sentaría El Mal. El Bien y La Justicia estarían de pie contra el ventanal. Los comediantes atacarían empanadas y vino sembrando color y risas.
No fue así. La realidad trabaja muy velozmente y la ficción en la que todos participamos fue cediendo vigencia y terreno y hoy es casi un recuerdo.
La serie aún no tiene fecha de emisión. Nosotros, actores y directores, seríamos su primer público. Pusimos un capítulo y luego otro. Teníamos hambre por ver lo hecho.
Yo, suele sucederme, en lugar de mirar la pantalla los miraba a ellos. Veía sus caras y detrás de sus caras, intuía los sueños depositados en aquel trabajo, las fantasías combatiendo codo a codo con lo real.
Hoy impera en Madrid la incertidumbre. La continuidad de cualquier proyecto se encuentra amenazada.
Me vi a mi mismo viéndolos a ellos.
Haber compartido esta aventura con un grupo tan generoso, y singular es un trofeo único y secreto. Pura bendición.
Por lo demás, se sabe, el porvenir es inestable, incierto, e inesperado. En él confrontan nuestros deseos más ambiciosos, la fantasía siempre burbujeante y el dictamen implacable de la realidad.

3 comentarios:

Fotografías dijo...

me gusto eso de "las fantasías combatiendo codo a codo con lo real"...

todos nos podemos identificar ahí...

bienvenido a blogolandia!

abrazo

La compañia dijo...

Andrés, mi entrañable coach de blog. Así van las cosas por aquí. La sensación de estar atravesando un momento crucial y al mismo tiempo sospechar de que no es más que gran tomadura de pelo...

CurroClint dijo...

El Porvenir es la foto:
siluetas entre lo oscuro,
ante el incierto futuro
y el corazón algo roto.

Ilusión desenfocada
que su premio justo espera:
¡Emitir en la primera!
...Si no ocurriera, pues nada.

No perdemos la esperanza,
que aunque no siempre se lanzan,
muchos proyectos se alcanzan.
¡Vengan pronto, sin tardanza!

Detrás hay luz muy brillante
que predice la alegría...
¡Tenemos tanta energía
que el porvenir es gigante!

Un abrazo gigante